Carmen Gil: «A escribir se aprende leyendo»

6 A medio camino entre una sesión de cuentacuentos, un encuentro literario, una firma de libros y una entrevista íntima, Carmen Gil cerró el programa de LecturArte con tres encuentros en los que participaron más de un centenar de niños de Primaria de los colegios azudenses.

Gil contó, cantó, narró y recitó en tres sesiones llenas de magia. Y no solo porque la fuerza que transmite la au1tora de Brujas lo llenara todo, sino porque esta escritora-poeta-maga puso en práctica algunos trucos que dejaron boquiabiertos a los asistentes. De hecho, su afición por la magia protagonizó una de las preguntas de uno de los participantes: «¿Cómo se te ocurrió ser poeta-maga?». A lo que la autora respondió que «soy poco maga pero me gusta mucho y por eso incluyo algunos toques de magia en los encuentros con mis lectores».

Esa no fue la única pregunta que los pequeños lectores hicieron a la autora: cuestiones como por qué quiso escritora o sobre su forma de afrontar la escritura tampoco faltaron. Respondiéndolas, Carmen Gil confesó que «yo nunca pensé en ser escritora pero, yo soy profesora, y escribía poemas y cuentos para mis niños. Se los daba, sin decirles que era yo quien los hacía, y como les gustaban, seguía escribiendo. Alguien me propuso publicar… y así nació El fantasma con asma, hace ahora diez años». Diez años que han dado para mucho: para publicar cien libros diferentes, algunos tan inolvidables como Brujas o La princesa que bostezaba a todas horas.

Gil continuó explicando que el secreto para haber cumplido su «centésimo cumplelibros» es «trabajar, trabajar y trabajar. Trabajar muchísimo. Por ejemplo, yo voy al Mercadona y voy pensando en mis personajes y paseo por la orilla del mar con una grabadora en la mano y no hablo con mi marido de si hay que comprar tal o arreglar cual, hablo de brujas, de hadas, de monstruos…». Su vitalidad contagiosa sedujo a más de uno por lo que también tuvo que2 responder a la pregunta sobre cómo se aprende a escribir: «A escribir se aprende leyendo. Me gusta mucho leer, más que escribir. Siempre voy con mi e-book a todas partes y ahí tengo montones de libros. Así no me aburro nunca».

De igual manera, la autora puso de manifiesto la nota en común que tienen el baile, la canción y la escritura de poemas: la musicalidad. Y aseguró que lo que pone en marcha la chispa de su inspiración son los personajes torpes.

Unos personajes que reconstruyó, a fuerza de magia e imaginación, en Azuqueca, en tres sesiones muy participativas que tuvieron mucho de creatividad y diversión pero también su puntito de solidaridad: Carmen Gil explicó que participa en una iniciativa de Unicef para la que ha escrito tres cuentos que profundizan en problemas del Tercer Mundo tales como la falta de agua, el trabajo infantil o la desnutrición.

Tres trabajos que se suman a la larga lista de personajes, historias y poemas que han salido de la cabeza de Carmen Gil. Una cabeza llena de creatividad y energía a la que, sin 3embargo, también le cuesta sacar adelante tanta maravilla:

– ¿Cómo se te ocurren las historias? – le preguntó uno de los niños

– Pensando mucho -respondió la escritora.

– ¿Y te ha dolido la cabeza alguna vez de tanto pensar? – quiso saber otro de los participantes.

– Sí, a veces sí… – contestó Carmen Gil con honestidad y sin poder contener la risa. Gajes del oficio.

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